Este artículo se publicó hace mucho tiempo. Es posible que haya cambiado mi manera de pensar desde entonces.
En tiempo de reivindicar el derecho a no tener hijos, también es necesario explorar las consecuencias de ejercerlo. Carolina del Olmo afirma en El País que el cuidado de descendientes y ascendientes forma parte de la experiencia vital de todos.
«Nos dejamos engañar por el espejismo de la autonomía y la independencia y no vemos que si estamos aquí eligiendo ser así o asá es porque nos han cuidado, y mucho.» Quizá no pensábamos en estas cosas cuando abrazamos el individualismo.