Este artículo se publicó hace mucho tiempo. Es posible que haya cambiado mi manera de pensar desde entonces.

No lo puedo evitar: me encanta. Seguramente ya conozcáis los objetivos que se han marcado los chicos de Ubuntu y compañía. El software libre es sin duda uno de los mayores logros -e ideas– del mundo digital. Gente que, de forma totalmente altruista, gasta su tiempo en el desarrollo, ya no solo de un programa, sino de todo un sistema operativo no se merece sino mi gran admiración. Es solo la manifestación tecnológica de la solidaridad.

También es admirable el ánimo de llegar a todo el mundo. Los que hayáis instalado alguna de las ediciones de Ubuntu (Ubuntu, Kubuntu, Xubuntu…) os habréis dado cuenta ya de la infinidad de idiomas disponibles a los cuales se puede traducir el SO. Incluso el esperanto tiene lugar en la lista. Además distribuyen gratis -olvidaos de eso que decía que nadie da duros a peseta- las versiones del SO en CD. Yo por el momento ya me he pedido el de la versión 8.04, y me ha llegado hoy mismo, junto a su hermano Kubuntu y a algunas pegatinas.

Gratuidad, accesibilidad. ¿Qué más se puede pedir? Lo mejor es que el mundo del software libre es cada vez mayor. Y también otros proyectos colaborativos como Wikipedia en los que se puede participar sin más interés que el de la satisfacción en un proyecto común a -permitidme el término- toda la Humanidad.

Es un espíritu de entrega que se ve también en Creative Commons, del que ya he hablado unas cuantas veces. Al por menor, una persona dona el fruto de su trabajo a todo aquel que lo desee. Mi blog es Creative Commons, como sabéis, y me parece un modo ideal de la difusión del conocimiento. Me siento bien colaborando en este proyecto global que tanta gente sigue y en el que -he aquí lo sorprendente y gratificante- tanta gente se implica.

El negocio en red va a seguir existiendo, claro, pero el lado «libre» de la red seguirá dando pasitos a su lado. Sería increíble que supusiese incluso competencia Ubuntu a Windows o Mac OSX (pero competencia real), y así cada uno de los sistemas libres (que alguno lo está logrando de veras, véase Firefox o, reitero, Wikipedia). Tal vez eso signifique que la esencia de la filosofía Ubuntu se esté acercando a la Humanidad.